Casi una treintena de los mejores maquetistas ferroviarios de España y Portugal se han dado cita este fin de semana en Pozuelo para construir dos maquetas siguiendo la normativa desarrollada y difundida por la revista Maquetren.
Una ocasión única, que no quisimos perdernos, para ver en funcionamiento trenes de todas las épocas de la historia de nuestro ferrocarril.
Los trenes no daban vueltas como en las maquetas clásicas, sino que cada uno de ellos tenía una estación de origen y otra de destino. El control se realizaba por medio de un sistema digital, permitiendo la circulación independiente de cada tren, como ocurre en el ferrocarril real.
La primera maqueta, con una longitud de casi 100 metros, estaba formada por más de ochenta módulos que representaban el ambiente del ferrocarril de España y de Portugal, con réplicas de instalaciones reales, y otras de libre inspiración, pero rigurosas desde el punto de vista ferroviario.
La segunda maqueta, de una escala algo menor también estaba digitalizada, y era de ambiente alemán. En este caso, los trenes estaban totalmente controlados por un software específico con el que el maquetista podía controlar todo desde el ratón de su ordenador.
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